AVANÇ

Com sou bastants els qui m’heu demanat que avanci una part del contingut del proper llibre que presentaré i que porta per títol “Agricultura Mental” , i tenint en compte que aquest bloc té cada dia més lectors, us regalo tres textos i us espero a la presentació que ja us diré on es fa en el seu moment.

HAY EMOCIÓN

Al final de la calle que serpentea y esconde su final. En la portalada oscura que se avecina misteriosa con los pasos. En el eco del silencio transitando por las calles adoquinadas. En la duda de saber qué hay o quién hay tras el cristal de cada ventana de cada balcón de cada casa. 

LA CRIBA

A este mundo le falta mucha vida y a mi vida, mucho mundo. Faltan más manos que abriguen otras manos de verdad, que no las usen en lugar de las suyas por miedo a malgastar acciones ante los miedos. Más miradas compartidas que venzan a las que falsean momentos y dan falsas esperanzas, ojos que guiñen con el corazón y no lo desgarren mintiendo.

Y más pasos firmes, más besos sin trampa, menos gestos fabricados para cautivar a ratos. Conviene urgentemente el adiós a esa maldad para dejar sin tregua ni amparo por la inmadurez que no se cura con los años, despedir de nuestro espacio a los trastocados que nos enrolan en sus fracasos personales, a los que sufren de una doble vida que acaba poniendo peligro a la única que tenemos.

Y es necesario que ahora, de una vez por todas, hagamos criba de amores falsos y amistades peligrosas, vínculos  emocionales basados en el maltrato, personajes extraños que pasan por nuestras etapas dejando mala huella y cicatrices en el alma.

Hay que despejar incógnitas humanas, abolir dudas andantes para no cojear con ellas, resolver la triste ecuación sentimental sin resultado exacto. Sumar solamente cuando sepamos que nadie restará a media operación llamada pareja, obtener un resultado final. 

 “CENA” DE EMPRESA

Se hartó de buenos tratos marchándose a buscar una cena, una noche, otros besos. Se mintió para quedarse sola, traicionó el respeto que recibía y prefirió soñar y amar con despecho poniéndose en brazos de quien tan mal le había hecho.

Traicionó a quien tenía al lado aplicando cobardía, entró de noche en una casa y salió de día. Y tras la acción de ese engaño, cortó con lo bueno antes de acabar el año. Pero hay algo que no sabía y aprendió esta vez. Que las mentiras tienen las patas muy cortas y es mejor ser sincero que actuar siempre con inmadurez.

Y aunque a una cena le siga una comida, es mejor el ayuno que mentirse y dar una falsa despedida.